Llevar a mi familia a conocer un lugar nevado, o como decimos vulgarmente “a conocer la nieve”, en el cumpleaños de uno de los miembros de la familia, repentinamente se convirtió en una magnífica idea de la cual me sentí enamorado. De repente la simple posibilidad de esquiar en la nieve y patinar en hielo con mis hijas me hizo sentir una sincera y profunda emoción y felicidad. En principio no lo consideré como un asunto en el cual aplicar los ejercicios de la Ley de Atracción para atraerlo. Pero, sin darme cuenta y sin hacer algo intencional con los ejercicios de LOA, pronto me encontré mágicamente en medio de todo tipo de casualidades relacionadas con ese viaje, que hacían obvio que algo más allá de lo normal estaba pasando con respecto a la posibilidad de manifestarlo.
Así que pensé: “Nada pierdo si empiezo a practicar algunas técnicas de LOA (Law of Attraction) para atraer deliberadamente el viaje a la nieve con las condiciones que quiero“.
Cuando decidí atraer intencionalmente este viaje aplicando los ejercicios de LOA -dado que viajar no es algo inusual en nuestra vida familiar- me pregunté si podría ocurrir algo particularmente diferente a lo que siempre hacía al planear mis viajes, de forma que fuera incuestionable que LOA (Law of Attraction) “había influido”, por así decirlo, para que se diera el viaje.
Es decir, no tenía ninguna duda de que podría organizar y pagar ese viaje de la forma tradicional y con los recursos que siempre he utilizado para organizar nuestros viajes. Afortunadamente, nuestra situación nos ha permitido viajar a la mayoría de los lugares que hemos querido.
Así que pensé que LOA la tenía difícil en esta situación, pues ¿qué podría ocurrir, al organizar este viaje, que fuera tan especial y único, que no dejara lugar a dudas que algo externo a mí me hubiera ayudado a organizarlo?
Deseé que fuera algo tan especial y fuera de lo normal, que no quedara lugar a dudas de que había sido LOA, y no con mi experiencia y forma tradicional de planear mis viajes, quien hubiera facilitado el viaje. Siendo la persona escéptica que soy, tenía mis dudas al respecto. Llegué a pensar que tal vez no debería de ser tan exigente con LOA.
Para mi sorpresa, muy pronto comenzaron a ocurrir tantas casualidades que facilitaban el viaje -o más que casualidades, sincronicidades- que me quedaron pocas dudas de que era la misma LOA, la que consiguió el viaje justo como lo que quería y necesitaba, para la fecha exacta en que lo queríamos.
Como ya lo he dicho, aunque estoy en búsqueda constante de la “magia” de la mente y el espíritu, soy más del tipo incrédulo. Convencerme de que fue LOA requirió algo más que pequeñas y simples casualidades. Y es que, no fueron 1, o 2 casualidades, ¡sino 10! Leíste bien, nada más y nada menos que diez “casualidades” que ocurrieron para que se diera este viaje en las condiciones precisas en que lo deseaba. Casualidades como las que jamás había tenido en los múltiples viajes que he realizado en mi vida, por lo que esta experiencia se convirtió en una de las más interesantes que he tenido entre mis manifestaciones con LOA.
Si tienes un poco de paciencia para leer lo que explicaré a continuación, entenderás lo que me refiero.
[Señal 1] La primer señal consistió en que, apenas un día después de decidirme a tomar en serio la posibilidad de realizar ese viaje, y justo después de investigar acerca de Aspen como una opción, al ir a dejar a mis hijas a su escuela, un auto se detuvo delante de nosotros con una etiqueta pegada en el parabrisas trasero con la palabra Snowmass. Me llamó la atención, pues aunque no tenía claro qué significaba, recordé que durante mi investigación del día anterior la había visto por primera vez en mi vida. Lo googlé y descubrí que ¡Snowmass es un lugar en Aspen en el la gente va a esquiar!
[Señal 2] Al día siguiente, nuevamente en mi camino hacia la escuela de mis hijas, otro carro se para delante de mí, ¡con una etiqueta de patinaje sobre hielo! … Debo comentar que entre las actividades que estuvimos platicando que realizaríamos si fuéramos ahí estaban el esquí y el patinaje sobre hielo. Y, quien viva en México sabe que las actividades de esquí o patinaje sobre hielo no son algo común. No recuerdo haber visto etiquetas en los autos de la ciudad con temas como los que había visto en los últimos dos días. Así que, ¿cuáles son las probabilidades de que en dos días seguidos me aparecieran justamente esas etiquetas frente a mí? Justamente al día siguiente de habérseme despertado un deseo intenso de ir a realizar esas actividades con mi familia. Desde mi perspectiva, me parece que son cercanas a cero.
Comencé a buscar lugares con nieve en Estados Unidos y Canadá. Fueron sesiones más o menos largas, durante un
os 3 días, en los cuales descubrí con cierta decepción, que el viaje se salía de nuestro presupuesto. Además, me sentí un poco frustrado, pues el trabajo de investigación y planeación estaba resultando agotador. Y, siguiendo lo que sabía sobre LOA, cuando el camino te causa emociones negativas significa que no estás siguiendo el camino de LOA. Como dice Abraham [Hicks]: el camino de LOA es tu camino de menor resistencia (Path of least resistance). Me dije: si vamos a tener este viaje, la información me llegará fácilmente, sin que tenga que esforzarme, y me costará mucho menos de lo que he encontrado hasta el momento.
[Señal 3] Otra señal sucedió cuando un proveedor nos estuvo buscando en esos días, y como tardó varios días en conseguirlo, cuando por fin pudo comunicarse con nosotros, lo primero que dijo fue: “¡yo creí que andaban en Aspen esquiando!”. Aunque, se lo dijo a mi gerente, en realidad yo había dado la instrucción de no responderle hasta tener la información que necesitábamos para realizar una operación. Aspen nunca fue un tema que se comentara con ese cliente, así que no había una razón obvia para que mencionara precisamente esa ciudad y no cualquier otra.
Uno de los sitios de internet en los que busqué un hotel en un lugar nevado fue un sitio de intercambio de tiempos compartidos, pero no había disponibilidad para las fechas que me interesaba. Los lugares disponibles, eran pocos, en ubicaciones poco interesantes, y fuera de nuestro presupuesto. En ese momento pensé que tendría que ocurrir un milagro para que hiciéramos ese viaje, pues la fecha en la que podríamos realizar el viaje estaba demasiado cerca, y las tarifas de los hoteles seguían aumentando cada día más, por ser temporada alta.
[Señal 4] El 31 de diciembre, se me vencían unos puntos de una membresía de viajes, que permitían conseguir semanas de viaje de intercambio a costos reducidos. Pero, como ninguna de las opciones que existían cumplían con mis requisitos, decidí dejar que se perdieran esos puntos. Eso significaba que estábamos a punto de perder la posibilidad de viajar en esa ocasión. Me resigné pensando en que lo haríamos más adelante.
Increíblemente, el 31 de diciembre llamó un asesor para avisarme que ese día se había liberado una semana en un hotel en Colorado, y que debido a que tenía mis puntos (los que se vencían ese mismo día) sólo tendría que pagar una cuota de mantenimiento. Si la promoción hubiera sido un día después, yo ya no tendría los puntos que necesitaba para aprovecharla. El precio con el descuento representaba tan sólo un 10% de las tarifas que había encontrado en mi agotadora búsqueda de hoteles.
[Señal 5] Además… el hotel requería exactamente los puntos que yo tenía disponibles y que se me vencían ese día, ¡ni un punto más, ni un punto menos!. Y me consta que no fue un truco de ventas para presionarme a realizar la compra, pues esa información estaba disponible a través de internet.
[Señal 6] ¡Y no quedó ahí! Al momento de realizar la reservación, el vendedor me dio la buena noticia de que, por una extraña razón, en ese momento ¡el sistema me estaba aplicando un descuento extraordinario del 8% sobre el descuento que ya de por sí tenía por la promoción!
[Señal 7] Uno de los principales costos en el viaje, de acuerdo a lo que había investigado, era la renta de los autos. En esas ciudades y en esa temporada son más caros que en otras ciudades. Hasta 2 o 3 veces más caro. Para mi “suerte” LOA trajo también una solución al respecto, el mismo asesor que me reservó el hotel me informó que con ellos podía rentarnos el auto, y el precio de la renta era alrededor de un 70% más económico que si lo rentaba directamente en cualquiera de las agencias de renta de automóviles.
[Señal 8] Como puedes darte cuenta, pasé de un momento en que ya me había resignado a olvidarme del viaje, a una situación en que ya tenía el hotel y el automóvil. Eso podría significar otro problema, pues los boletos de avión también eran costosos. Supongo que al reservar el hotel y el auto no estaba muy consciente o preocupado por el costo del avión. Pero, por lo visto esa distracción o relajación me permitió enviar la señal apropiada al Universo. Pues, después de que había pasado varios días buscando un buen precio en los vuelos, sin mucho éxito, al buscarlos en ese momento, una aerolínea con la que ya había buscado anteriormente acababa de iniciar una oferta especial especial a mitad de precio, ¡sólo por ese día y para ese lugar específco!
[Señal 9] ¡Ah! Por cierto. No había mencionado que la única semana disponible para el hotel que conseguimos con el descuento especial, era ni más ni menos que la semana que necesitábamos. No queríamos la anterior a esa ni la posterior, queríamos exactamente esa, para poder celebrar en ese viaje el cumpleaños por el cual había surgido el deseo de hacer el viaje.
[Señal 10] Y…¡la última de las casualidades! Los vuelos con el descuento especial de la aerolínea sólo volaban en sábado. ¿Y adivina qué? Tanto la entrada como la salida al hotel, con la promoción, era justamente en sábado. La promoción del hotel no aplicaba para la entrada en domingo, lunes o cualquier otro día; sólo aplicaba para ese sábado en particular. Si no hubiera sido así, las cosas se hubieran descompuesto totalmente, pues no podríamos haber aprovechado la promoción del vuelo. Cosa por de más extraña, pues durante todo el tiempo que investigué acerca de esos hoteles, la entrada y salida era en domingo. Y la promoción, por alguna razón, la hicieron con una entrada y salida distinta a lo que anunciaban normalmente, y no por petición de nosotros, sino porque era la única semana que tenían disponible para esa promoción. Si esta casualidad no se hubiera dado, el costo de los boletos de avión se habrían incrementado al doble.
Al final, gracias a todos esos eventos y casualidades, el viaje nos salió aproximadamente en una quinta parte (un 20%) de lo que yo había cotizado en mi investigación exhaustiva. Esa investigación que en cierto punto decidí abandonar, al sentir que el esfuerzo y frustración eran indicadores de que LOA no estaba participando conmigo en mi búsqueda.
Pero, por lo visto tomé la actitud correcta para que funcionara LOA: hice la paz con la situación como estaba en el momento, a pesar de ir en contra de todos mis deseos, y acepté tranquilamente la situación. Decidí que si llegaba la manifestación del viaje en ese momento estaría bien, pero si no llegaba, lo dejaríamos para otra ocasión.
Si te angustias o desesperas porque no logras manifestar tu deseo, tu vibración estará en la frecuencia de la “ausencia” de lo que deseas, en lugar de la frecuencia de “su presencia”. Y eso fue lo que reconocí. Decidí aceptar la situación y confiar en el Universo, y no con la intención de que se manifestara en ese momento, sino con la tranquilidad y paciencia de que llegaría cuando tuviera que llegar, aunque eso fuera un año después o más. Y al hacerlo así tuve una de las manifestaciones más increíbles de mi vida. Por lo menos, en la que he identificado conscientemente tantas casualidades o sincronicidades juntas. Con esto volví a comprobar una vez más que el Universo hace todo lo necesario para que aquello que deseas y que confías que tendrás, se manifieste frente a tus ojos.
Método utilizado para manifestar el viaje
Pero, específicamente ¿qué fue lo que hice, que te pudiera servir a ti o a mí para utilizarlo con el resto de nuestros deseos, y que me permitió obtener esas manifestaciones? Dice Abraham[Hicks] que 17 segundos de deseo puro son suficientes para crear el momentum necesario para la manifestación. Puedo asegurar que tuve esos 17 segundos y más, al momento en que me sentí enamorado de la idea de llevar a mi familia a la nieve. ¡Esa fue la parte clave!. ¡Ah! y por supuesto el hecho de no meter demasiados pensamientos de resistencia en el camino, después de haber tenido esa emoción intensa hacia mi deseo.
No pensé: “voy a sentir una emoción positiva con respecto a este viaje para poder manifestarlo”. Cuando pensé en el viaje no me importaba la teoría de LOA, simplemente imaginé las posibilidades del vieja y lo divertido que sería, y como un joven recién enamorado de su novia, probablemente suspiré mientras pensaba en ello. Fue un pensamiento de deseo puro, sin ningún tipo de pretensiones.
Cuando se puso estresante la situación, lo que hice fue dejar a un lado la planeación y la investigación (las acciones), aplicar algún ejercicio de apreciación, pensando en las razones por las cuales quería ese viaje. Eso me ayudó a no enfocarme en las dificultades que se me estaban presentado, y que generaban en mí, emociones o vibraciones de resistencia.
Cuando las cosas empezaron a verse complicadas con la investigación y planeación, decidí liberarme de ese estress y estar en paz con la situación como se encontraba. “Si conseguimos irnos en este momento está bien, si no se puede, estoy tranquilo y sé que en el futuro lo haremos”, pensé. “Siente la emoción por tu deseo al mismo tiempo que te mantienes en paz con tu situación actual“, dice Abraham, “y entonces podrás manifestar tu deseo“. Considero que justamente fue eso lo que hice en ese momento.
En aquel momento concluí que LOA te daba tu manifestación a pesar de que decidieras huir de ella. Pero, creo que lo entendí mal. No es que le haya huido a mi deseo, huí de las acciones no alineadas que me estaban provocando la desalineación con mi deseo. La lección es que cuando las acciones para obtener tu deseo comienzan a causarte estress, es momento de dejarlo descansar y enfocarte en otra cosa. Si encuentras un camino de menor resistencia en ese momento para obtener tu deseo, está perfecto, pero si el estress es mucho o las creencias te ponen pesimista, entonces es mejor enfocar tu mente en otra cosa para no contaminar tu deseo con pensamientos de resistencia.
Si te das cuenta, en ningún momento hice algo que pareciera una petición al Universo para que me trajera ese viaje. Lo único que hice fue sentirme profundamente enamorado por un instante de la idea de mi deseo. Puedo imaginar que ese sentimiento generó vibraciones sumamente potentes que el Universo escuchó para comenzar a coordinar sus recursos para poder entregármelo. Después, como buen ser físico sensorial que soy, me fui por el camino de las acciones para poder obtenerlo, topándome con una pared de negatividad que alejaba mi deseo. Así que para contrarrestarlo, decidí seguir por el camino de las vibraciones o emociones, y no de las acciones, para no estorbarle al Universo.
Así que, para todas esas personas que les encanta usar frases como “¡Decreto que el Universo me convierta en una persona sexy y millonaria!”, asumiendo que así obtendrán lo que desean, sugiero que lo reconsideren. Pues, no se trata de las palabras o de darle instrucciones al Universo. Lo que tienes que hacer es enamorarte de tu deseo, y hacerte emocionalmente a un lado para no estorbarle al Universo en la entrega de tu deseo.
¿Significa que no debemos de actuar y simplemente esperar sentados a que se manifieste? No. Está bien que actuemos, pero de una forma inspirada, cosa que sólo podemos obtener al alinearnos. Reconocerás cuando son acciones inspiradas porque se sienten muy bien, mientras que el otro tipo de acciones se sienten como mucho esfuerzo y estress. Te recomiendo leer la lección de “La importancia de tus acciones para manifestar tus deseos” para entender mejor esta parte.
Por último, si te gustó este testimonio, por favor, déjame un comentario para saber qué opinas o si te ha sucedido algo similar. Me dará mucho gusto saber de ti.
Te deseo unas felices manifestaciones.
[…] precisos que cuesta trabajo negar que LOA intervino. Te recomiendo ampliamente que leas ese artículo, creo que te gustará y te podría ser de mucha utilidad (Un viaje a la nieve, cortesía de […]
me gusto mucho el ejemplo que diste acerca de como funciona la LOA(ley de atraccion)
Gracias Mariana 😀 , seguiremos compartiendo más experiencias increíbles de LOA