El gato y el hundimiento del Titanic

Abraham explica que hacemos nuestras peticiones al Universo de forma automática, cada que vivimos el contraste en nuestra vida.  Y con contraste se refiere a las situaciones que vivimos, especialmente aquellas que nos hacen sentir mal, y que de alguna manera nos ayudan a identificar lo que no queremos, al mismo tiempo que clarificamos lo que sí queremos.  En ese caso lo que queremos es contrario a lo que vivimos en ese momento y que nos hizo sentir mal.

La mayoría de la gente no está consciente de eso, pero al vivir el contraste nuestras preferencias cambian.   Al vivir esas situaciones que nos molestan, entristecen, atemorizan, nuestros deseos nacen; por lo menos a un nivel subconsciente.  El nacimiento de esos deseos corresponde al primer paso de la ley de atracción:  el momento en que pedimos (Ver Introducción y pasos de la ley de atracción).

Generalmente tardamos mucho tiempo, si es que lo conseguimos, en hacer conscientes esos deseos.    Lo cual no significa que no existan.  Por lo tanto, puedes tener la seguridad de que haz pedido al Universo muchas más cosas de las que te puedes imaginar y entender.   Tu vortex, ese espacio donde se manifiestan vibratoriamente tus deseos, está repleto con infinidad de cosas que has pedido, inconscientemente, con tus experiencias o contrastes.

Nuestros deseos inconscientes

Cuando nos sentimos mal por una enfermedad, surge en nosotros el deseo de estar sanos.  Cuando recibimos una cuenta que no podemos pagar, surge el deseo de tener suficiente dinero para estar tranquilo.    Cuando te enojas con tu pareja, surge el deseo por mejorar tu relación.  Cuando te asaltan, surge el deseo de estar a salvo.

Constantemente vivimos el contraste, incluso al ver o escuchar lo que sucede en la vida de los demás.   Al enterarnos de algo que le ocurre a otra persona, cuando alguien nos platica una situación que está viviendo o vivió, cuando vemos una escena impactante de una película, leemos un libro o vemos un video, incluso aunque se trate de situaciones ficticias.

Si vemos un video donde alguien trata de salvar a una persona a punto de ahogarse, se dispara un deseo en nosotros.  Podrías ser quizás, el deseo de sentirte seguro y a salvo.  O el deseo de poder ayudar a alguien en peligro.  O de poder ayudar a esa persona o a cualquier otra, de ahogarse.   O el deseo, de salvar a un gato de ahogarse (?!)

… ¡espera!  …. ¿Dijiste un gato?… así es, un gato.

¡Por qué no! Al ver una escena como la mencionada, puede surgir el deseo de querer salvar a un ser vivo, ¿no?  🙂  Y eso incluye a un gato… supongo.   Por lo menos, esa fue mi conclusión con la experiencia que les contaré ahora.   Sé que habrá a quien le parecerá un ejemplo absurdo, pero ¿no es todo el concepto de LOA absurdo dentro de la limitada realidad que nos han enseñado a creer?   Si quieres obtener beneficios con la ley de atracción, tendrás que tomar riesgos en tu forma de pensar con respecto al mundo en que vives.

El monumento al ahogado

nyc-ahogadoLa experiencia que comentaré a continuación la viví pocos días antes de salir a Nueva York con mi familia.  Quizás te enteraste de ella por el artículo  de Un viaje a Nueva York, cortesía de LOA.  El día al que me refiero, mi familia y yo vimos videos en Youtube para conocer un poco más acerca de Nueva York, y decidir qué lugares visitaríamos en nuestro viaje.

Uno de los videos que nos llamó bastante la atención, fue el de unas esculturas ubicadas en el río Hudson, en Nueva York.  Las estatuas eran de tamaño natural, sobre una plataforma, y representan a un hombre estirando la mano para intentar rescatar a otro que está a punto de ahogarse en el río.   Junto al hombre, en la superficie se representan otras dos personas.  Durante nuestro viaje nos enteramos que es un monumento a los marines, o algo similar, pero al momento de ver el video no lo sabíamos.

Una obra escultórica bastante dramática e impactante, cabe mencionar.   En este caso, tanto mi hija, como mi esposa y yo pusimos particular atención y emoción al ver esa escultura del hombre ahogándose y siendo rescatado.  Naturalmente activamos vibraciones al respecto, aunque en ese momento no pensamos que fueran suficientes para obtener una manifestación.

Si le sumas a la atención, emoción, obtendrás una forma poderosa para manifestar.   Aún y cuando no eran personas reales, la representación era suficientemente realista como para que sintiéramos la angustia de una situación así.  El Universo no distingue entre pensamientos sobre situaciones imaginarias o situaciones reales, por eso tenemos procesos como el de realidad virtual, para poder manifestar.

Los ahogados del Titanic

Aunado a esto, esa misma hija que vio con nosotros la anteriormente mencionada escena del ahogado -misma hija que ahora tiene un gato gracias a LOA (ver artículo de un gato, cortesía de LOA)- estuvo leyendo durante las últimas semanas los 3 volúmenes del Titanic.  Una novela basada en el hundimiento de ese tristemente famoso barco.  Esa terrible catástrofe del siglo pasado donde un crucero, el mayor de su tipo, se hundió en su viaje inaugural.   Cientos de pasajeros murieron titanicahogadas, debido a la escasez de lanchas salvavidas.   Por lo menos así es la versión que aprendimos, bien o mal, quienes nos enteramos de los detalles por la famosa película estelarizada por Leonardo di Caprio.

Es importante mencionar lo anterior para recalcar el hecho de que mi hija había estado poniendo mucha atención en este evento de la historia, leyendo los tres volúmenes de esa historia en unos pocos días.   Por lo que no sería de extrañar que hubiera activado algunas vibraciones al respecto, especialmente al ser una niña muy emotiva y sensible.

Cuánta atención se necesita para manifestar

Uno se pregunta si ese tipo de atención a un drama así, leído en un libro, genera algún tipo de manifestación.  Abraham nos dice que todo a lo que le ponemos atención, pero especialmente si lo hacemos durante el tiempo suficiente, y con una fuerte emoción, provocará alguna manifestación.   Todo lo que vivimos es nuestra responsabilidad en ese sentido.  Nuestra realidad es provocada debido a las vibraciones que hemos emitido en diferentes momentos de nuestra vida.

Nadie tiene el mismo tipo de emociones al leer una novela como esta.  No puedo saber exactamente qué sintió mi hija al leerla, pero conociéndola, sé que ha de haber sentido algún tipo de angustia o temor al enterarse acerca de todos esos niños, mujeres y hombres intentando desesperadamente salvarse de morir ahogados.   Siendo una niña que se preocupa por los demás, puedo entender que debió de haber sentido angustia al leerlo.

Acumulando vibraciones

Esto es una especulación, por supuesto, pero creo que la escultura que vimos en el video, sobre el rescate del ahogado y la atención de mi hija a la catástrofe de los ahogados del Titanic en el mar, activaron algún tipo de vibración con respecto al tema de los ahogados y las inundaciones.   Esta es mi conclusión dado el evento que nos ocurrió, o que manifestamos, relacionado con este tema, justamente el día que vimos el video, y a pocos días de la lectura del libro del Titanic.    Es normal que acumulemos vibraciones, o incrementemos el impulso de vibraciones al vivir o poner atención a eventos con alguna similitud.

La mayoría de las manifestaciones tardan cierto tiempo en ocurrir, después que comenzamos a tener vibraciones al respecto.   Y normalmente se debe reforzar la vibración dedicándole tiempo a poner atención a situaciones con la misma vibración.   Pero, en algunas ocasiones la manifestación puede ser inmediata.   Especialmente si el nivel de emoción es alto.  Además, es difícil saber desde cuándo hemos estado emitiendo y acumulando cierto tipo de vibraciones.   La mayoría de las veces lo estamos haciendo sin estar conscientes de ello.

La manifestación

goteraEse día que vimos el video, siendo ya noche, cuando mis hijas ya se habían dormido, yo me encontraba trabajando en la planta baja de mi casa.  Cuando escuché un sonido, que aunque no era claro, parecía el de gotas cayendo al piso.    Lo primero que pensé fue que estaba lloviendo, pero pronto confirmé que no era así.   Por lo tanto, no había una razón obvia por la cual se escucharan gotas.    Pues, no se escuchaban en un lugar de la casa en el que normalmente corriera el agua, como podría ser el baño o la cocina.    Al investigar un poco identifiqué que se trataba de una gotera en el techo de la sala.

¿Será la tubería del baño? – pensé en un principio-.   Al calcular cuál era la sección del piso superior de donde podría provenir la fuga, caí en la cuenta de que era el baño donde duerme nuestro gato (un gato, cortesía de LOA)

¡El gato!  -pensé sorporendido-

¡Se nos ahoga!

Ante tal idea salí disparado hacia el piso de arriba para verificar si el gato estaba bien y para confirmar si mi sospecha era correcta.

Mi esposa estaba trabajando en un cuarto contiguo a ese baño, y no se había dado cuenta de lo que estaba ocurriendo a un lado.   Cuando me vio pasar apresurado, siendo las 12 de la noche, no pudo menos que preocuparse ella también ante la incertidumbre.

El rescate

Abrí rápidamente la puerta del cuarto de visitas, dentro del cual se encuentra el el baño donde actualmente duerme el gato.   Y  ¡Oh, sorpresa!

La habitación, alfombrada por cierto, se encontraba inundada.    La llave del baño se había quedado abierta con el tapón cerrado del lavabo, por lo que había tremenda cascada regándose por el borde.  Las coladeras del baño se gatoahogandoseencontraban también tapadas con unos tapones de plástico (cosa que hacemos para que no salga el olor de la cañería o algún insecto).    Dadas estas condiciones, el agua no había encontrado suficiente espacio para salir por la cañería, por lo que fluyó libremente hacia la habitación.

El gato, temeroso, se encontraba en el rincón más lejano de la habitación con respecto a la fuente de agua.   Era el último espacio seco dentro de toda la habitación,  con tan sólo unos 30 cm de diámetro.   Se podrán imaginar que ¡ el gato estaba nervioso, arrinconado, viendo como el agua de la inundación se acercaba poco a poco hacia él sin poder escapar!

Para su buena suerte, alguien había dejado abierta la puerta del baño donde duerme. De no haberlo hecho habría sufrido por lo menos una buena empapada dentro del baño.  No quiero imaginar lo que siente un animal que odia el agua, mojándose durante las dos horas que llevaba la inundación.   Si la habitación estaba inundada, podrán imaginarse que el baño lo estaba  mucho más.

Mi hija, la dueña del gato, había olvidado cerrar la llave del agua, lo que había ocasionado este desastre.   Afortunadamente, se dieron las circunstancias para que yo notara la inundación antes de que se hubiera convertido en una catástrofe mayor.

Resolviendo el caos

persitavanrojoSe imaginarán la labor que tuvimos que realizar mi esposa y yo para intentar secar la alfombra, labor que nos llevó hasta las 4 de la madrugada.  En ese momento me pregunté, como buen Aprendiz de LOA, quién y cuáles serían las vibraciones que habían causado tal evento.   Considerándola una manifestación fuera de lo normal, mi suposición era que tenía que haber sido también una vibración extraordinaria la que lo había provocado.

No me tarde mucho en llegar a la teoría de que podría haber sido la escena que vimos un par de horas antes con el hombre ahogándose, y quizás sumada a la lectura de mi hija con los libros del Titanic.  La escultura incluía a tres personas y una persona ahogándose.  En nuestra situación, fuimos tres las personas involucradas, y el gato jugó un rol más parecido al del personaje a punto de ahogarse.   Así que pudo haber sido una cocreación, o manifestación conjunta de todos nosotros.

Para fortuna del gato, no terminó su vida como la de mayoría de los pasajeros del Titanic, sino con la suerte del hombre representado en la escultura que vimos en el video de Nueva York.  Salvado por unas personas, en este caso mi esposa y yo, que habíamos llegado apenas a tiempo para salvar una de sus siete vidas felinas.    🙂

Todo el tiempo enviamos vibraciones al Universo

Mi teoría es que, cuando vimos la escultura, enviamos un deseo al Universo para poder salvar a la persona que se estaba ahogando.   Pues, al ver la escultura, uno siente la desesperación del hombre ahogado, y de las personas que la intentan rescatar.   Uno siente ganas de ayudar para que no se ahogue la persona en el agua.

Como ya lo mencioné, cada experiencia negativa, cada contraste, hace que disparemos deseos (cohetes de deseo, dice Abraham) al egoismo-apreciarUniverso.    Y los tres pudimos haber disparado un cohete deseo de “¡quiero salvar a ese hombre!  ¡No puedo permitir que se ahogue!  ¡Quiero ayudar!”

Acaso, ¿no tuvimos la oportunidad -mi esposa y yo- de poder salvar a un ser vivo, el gato, de una situación en la que estuvo a  punto de ahogarse?

¡Ok! Las probabilidades de que se ahogara supongo que eran bajas, pero por lo menos pasó un susto viendo cómo crecía el nivel del agua a su alrededor.  Dado el pavor que los gatos sienten hacia el agua, no dudo que nuestro gato sintiera una angustia similar al hombre de la escultura, al ver que el agua lo alcanzaba.

Como dije: no tengo forma de asegurar que estas fueron las vibraciones que provocaron esa manifestación.    Y para el incrédulo, será simplemente una casualidad más, o simplemente una historia llena de imaginación.    Pero, para el aprendiz de LOA como yo, que cree en la posibilidad que toda nuestra realidad sea manifestada por las vibraciones que emitimos, ya sea de forma individual o en grupo, me parece que podría no estar lejos de la verdad.   ¿No crees?

Repito, esto es sólo una especulación, pero que en el peor de los casos suena como una buena posibilidad.

Pero, ¿tú qué opinas?  Me dará mucho gusto conocer tu opinión, así que no olvides dejarme un comentario aquí abajo.

 

Felices manifestaciones

 

El aprendiz de LOA

Otros testimonios…

¡Aprende LOA gratis por correo!

Aprende los secretos de la Ley de Atracción de una forma simple, práctica e interesante con el Aprendiz de LOA

I agree to have my personal information transfered to AWeber ( more information )

Podrás cancelar tu suscripción en cualquier momento.

0 0 votes
Article Rating
guest

2 Comments
más nuevo
más viejo más popular
Inline Feedbacks
View all comments
Patricia
6 años ago

Muy interesante. Y si, yo sé que cuando visualizamos algo, así sea inconscientemente, lo atraemos a nuestra realidad. He tenido muchísimas experiencias con la ley de atracción, antes y después de conocerla. La he podido ver actuar en mi vida y en la vida de muchas otras personas. En algunos casos para bien, en otros para mal. Por supuesto, que cuando no se conoce esta ley, se piensa que son casualidades, buena o mala suerte. Son tantos los testimonios que tengo, que he escrito un libro. Algunos testimonios, como vos contas, como tu cuentas, (soy argentina, hablamos un poco diferente.)… Leer más »