La siguiente fue una de las experiencias más emotivas que he vivido conscientemente con la ley de atracción.  Está relacionada con el tema de la muerte y la Ley de Atracción.

Su manifestación la adjudico al hecho de que en las semanas previas, estuve particularmente interesado en el tema de la cocreación.  Específicamente en la participación que cada uno de nosotros podemos tener inconscientemente, al ser coordinados por el Universo, para ayudar a otros a obtener lo que desean.

Mi interés o atención en el tema implicaba que estaba emitiendo vibraciones con esa frecuencia.  Y ya sabemos lo que pasa cuando deseamos algo sin involucrar pensamientos de resistencia: ¡la manifestación ocurre!  haber tomado conciencia de mi participación en la cocreación de otras personas estando en ese estado debería de ser algo natural y quizás no debería de sorprenderme.

Así, desde que me empecé a interesar por el tema de la cocreación, me he visto involucrado en diversas manifestaciones para otras personas.   Generalmente han sido situaciones en las que otras personas buscan cierta información muy específica y resulto ser el medio por el cual reciben la información.

Cocreaciones en los comentarios del blog

Muchos de esos casos que he vivido han sido por medio del blog del Aprendiz de LOA.  Situaciones en las que algún lector me pregunta algo muy específico, lo cual no habría podido responder si no fuera porque justo unas pocas horas antes me había topado exactamente con esa información por primera vez.  Lo extraordinario es que no me ha sucedido una o dos veces, me pasa constantemente, por lo que me niego a creer que ha sido por simple coincidencia.

Con todo y eso, ninguno de los casos que he tenido en el blog se acerca tan siquiera un poco al testimonio que te platicaré a continuación.  Fue tan espectacular que sentí una dicha inmensa por la fortuna de haber sido partícipe en tal situación.

Somos piezas de Universo para la cocreación

Debo comentar que tuve que editar este artículo después de que lo había considerado completo.   Lo que yo creí que era un testimonio completo e interesante de mi manifestación, pocas horas después de haberlo completado me di cuenta que no era así.   Recibí tales noticias, que el caso inicial sobre el que había escrito se transformó en tan sólo el principio de una manifestación espectacular y sumamente espiritual que jamás me pude haber imaginado y que me dejó con los pelos de punta y con lágrimas en los ojos.   Lo que yo  había considerado en un principio como un caso completo, tenía un objetivo mucho más trascendental del que nunca me hubiera podido imaginar.

Como ya lo dije y muchos lo sabrán, somos cocreadores.  Esto quiere decir que creamos en conjunto unos con otros para nuestro beneficio y el de otros.  Nuestras manifestaciones son coordinadas por el Universo con todos los recursos que tiene a su disposición.  Y ¿qué recursos son esos?  TODOS, sin excepción; incluyéndote a ti, a mí y al resto de la humanidad.  El Universo es ilimitado y puede usar cualquiera de sus recursos para satisfacer nuestros deseos y mantener el equilibrio.  Y esto es razonable, pues ¿qué es el Universo?  Lo es todo, lo abarca todo, desde los fotones de un átomo, hasta las estrellas y los agujeros negros, pasando por cualquier objeto y ser vivo.   Y no sólo eso, sino también todo lo no físico, y que la mayoría de las personas no podemos percibir con nuestros sentidos.

Cuando pensamos en LOA (Law of Attraction) solemos enfocarnos en aquello que deseamos obtener para nuestro propio beneficio; ya sea un auto nuevo, una pareja, un trabajo, dinero.  Sin tomar conciencia que en este juego de atracción nosotros mismos somos una más de las piezas o componentes que el Universo utiliza para coordinar las manifestaciones de otras personas, no sólo las nuestras.  Somos parte de una mente universal y a través de esta podemos tener la inspiración de ideas y pensamientos para actuar en beneficio de otros, sin siquiera darnos cuenta de ello.

Todo comienza con una inspiración

El testimonio que te contaré comenzó un día en el que, por alguna extraña razón, me nació un intenso deseo de compartir con un primo la lección que estudié ese día en el Libro de Ejercicios de Un Curso de Milagros y que dice así:

*Para no entrar en mucho detalle, me limitaré a decir que Un Curso de Milagros es la base más importante para los principales guías espirituales de occidente.  Me atrevería a decir que para muchos (incluyéndome a mí) lo es aún más que la misma Biblia.  La historia de ese libro es por sí misma inaudita, tanto como las enseñanzas de Abraham [Hicks].

Personalmente, para avanzar en mi camino espiritual, estudio cada día una de las 365 lecciones de dicho libro.   Es raro que comparta con alguien la lección que estudié en el día.  Pero, cuando estudié la lección 294 (Mi cuerpo es algo completamente neutro) sentí un impulso muy fuerte de compartir con mi primo dicha lección.  Sin una razón aparente, nació en mi la necesidad o el deseo de compartirlo con él, como si una parte de mi supiera que él debía de recibir esa información.

Para quien no está familiarizado con este libro, las lecciones del libro de ejercicios de Un Curso de Milagros (UCDM por sus siglas en español) tienen como propósito entrenar a tu mente de forma sistemática a tener una percepción diferente de todas las cosas y de todo el mundo. Cada ejercicio se explica generalmente en dos o tres párrafos.   La parte que compartí con mi primo era el extracto que más me había impactado en la lección de ese día.

Decía así:

“La neutralidad del cuerpo lo protege mientras siga siendo útil. Una vez que no tenga ningún propósito, se dejará a un lado. No es que haya enfermado, esté viejo o lesionado. Es que simplemente no tiene ninguna función, es innecesario, y, por consiguiente, se le desecha“.

Lo compartí con mi primo a través de un chat.  Y cuando éste lo leyó, me contestó sinceramente agradecido:

“Ooohhh…. Gracias por darme la información que tengo que pasar a un amigo, que tiene a su abuelo (de 100 años), agonizando, y no sabía como decirle que su abuelo ya no tiene funciones, aquí”

Le pasé el resto de la lección, y fue tanta su emoción al leerlo que le brotaron las lágrimas.  (la lección 294 completa de UCDM la puedes leer en: https://acimi.com/es/un-curso-de-milagros/libro-de-ejercicios/leccion-294 )

Lo que parecía el fin, era tan sólo el principio

Hasta ese punto lo consideré un evento extraordinario, digno de compartirlo en este blog.   El artículo original terminaba en este punto.  Nunca imaginé lo que vendría después, y que lo vivido hasta ese momento era tan solo el principio de una manifestación trascendental en la vida de otra persona.

Afortunadamente pude darme cuenta de eso, pues en la mayoría de nuestras participaciones en la cocreación para otras personas nos pasa desapercibido. Nunca nos enteramos que tuvimos algún tipo de participación para que alguien obtuviera la manifestación de algún deseo.   No me enteré de inmediato, sino hasta una semana después, cuando mi primo me compartió nueva información:

Mi primo me contó esto:

“Le mandé el texto a mi amigo y al día siguiente me escribió para darme las gracias, pues les había ayudado mucho; ante esa situación que estaban viviendo con el abuelo.  Me dijo que era justo lo que necesitaban escuchar en un momento así.  Pero, eso no fue todo.  Un día después de que mi amigo me habló, su mamá me llamó por teléfono para agradecerme personalmente por el texto y para decirme que se lo había leído a su papá (el abuelo). “

Y continuó así: 

“Como un dato curioso, la señora practica tres religiones diferentes, en su búsqueda de Dios.  Dice que cada religión le ayuda a entender ciertos aspectos que ella necesita de Dios, y juntas le dan una visión más completa que no le da una sola religión.”  Pero, -prosiguió- “en ninguna de esas religiones había encontrado una explicación que le transmitiera la paz y seguridad con respecto a la situación que estaba viviendo su papá, como la que le había brindado el texto que le había enviado (ella no sabía que el texto provenía del libro de Un Curso de Milagros).”

La señora le explicó a mi primo que su padre (el abuelo) tenía ya varios días en que había entrado en algún tipo de coma, sin alguna razón aparente.  No era por alguna enfermedad.  El señor tenía 100 años de edad, y un día simplemente no despertó.  No porque hubiera fallecido, era como si se hubiera quedado en un punto entre la vida y la muerte. Sin ningún tipo de reacción a los estímulos externos.

La espera de un mensaje

Los doctores le comentaron a la familia que no tenía caso mantenerlo en el hospital en esas condiciones; que no había nada que hacer por él y que era mejor que lo tuvieran en su casa para esperar su muerte.  Y eso hicieron.   Pero, pasaron varios días y el abuelo seguía en el mismo estado, sin poder despertar, y tampoco sin poder partir.  Quizás por temor o esperando algo.

La señora le comentó a mi primo que le leyó a su papá, estando en coma, el texto que le había hecho favor de enviarle.  Y que al momento de leérselo, el abuelo movió las manos e intentó decirles algo, pero no pudo hacerlo.

El abuelo no había respondido ni se había movido en los últimos diez días.  Y en ese instante en que su hija leyó el texto, tuvo su primera reacción.   Todos se quedaron sorprendidos, pero no tanto como lo estuvieron más tarde …

Seis horas después de haberle leído el texto, el abuelo, que por tantos días había permanecido sin ningún cambio, y que se había negado a morir, hizo su transición en absoluta paz.   

¿Fue porque encontró en el texto la paz y claridad necesarias para realizar su transición? Eso creemos todos los involucrados.

Tenía dos semanas en ese estado, sin poder partir.   Por lo visto era la hora de su transición, pero quizás tenía miedo de hacerlo.

Sólo fue necesario que escuchara la lectura del texto de Un Curso de Milagros donde explica que la muerte no existe, para que casi de inmediato comenzara su transición.   Mostrando una única y última reacción física al momento en que se le leyó el mensaje.

Todo parece indicar que la inspiración que sentí para pasarle a mi primo el texto de la lección aquel día, no era simplemente para que mi primo se lo pasara a su amigo.  Por lo visto el texto era un mensaje que Dios le tenía al abuelo, una manifestación del deseo que por lo visto el abuelo tenía para tener la tranquilidad de poder hacer su transición en paz.

Mi primo, su amigo, la mamá de éste y yo, tan sólo fuimos piezas que el Universo utilizó para darle al anciano la manifestación que tanto deseaba para poder partir con seguridad y tranquilidad.  Una manifestación de claridad y paz para hacer su transición.

Y en la sabiduría infinita del Universo, todos los que participamos no fuimos simplemente títeres manipulados para que el abuelo cumpliera su deseo, sino que la participación de cada uno fue una manifestación personal que nos llenó de satisfacción y que cumplía algún deseo específico.   La participación individual llenó a cada uno de una inmensa satisfacción que sólo la alineación y los subsecuentes deseos cumplidos pueden proporcionar.

• Yo, cumplí mi deseo de tener más claridad con respecto a mi colaboración o cocreación en la manifestación de otras personas.
• Mi primo obtuvo el mensaje que deseaba transmitir a su amigo para darle consuelo.
• Su amigo tuvo el consuelo que buscaba ante la situación de su abuelo.
• La mamá tuvo una respuesta por parte de Dios, que ni las tres religiones que practica le habían podido ofrecer.
• Y el abuelo… tuvo la claridad y  paz necesaria para entregarse a Dios y hacer su transición, reintegrándose completamente con la fuente, desechando sin temor el cuerpo que había cumplido cabalmente su función en un impresionante periodo de 100 años.

Cuando veo la complejidad e inteligencia del Universo para responder a las vibraciones de la gente de una forma tan perfecta, me viene a la mente la frase de Einstein: “Entre más aprendo, mas grande veo mi ignorancia.”  Cuando apenas comenzaba a pensar que entendía la Ley de Atracción y nuestra relación con Dios, me doy cuenta de que es mucho más compleja y perfecta de lo que podemos imaginar.

Ahora entenderás por qué dije al principio de este artículo que esta ha sido una de las manifestaciones más emotivas y sorprendentes que me ha tocado vivir.

Somos piezas que el Universo utiliza para la cocreación

Cuando estás alineado, el Universo te inspira para actuar, no sólo para encontrar el camino a tus manifestaciones, sino para la de los demás también.   Y la alegría de la acción ante esa inspiración es igual que la alegría de realizar la acción para tus propias manifestaciones.  Porque, como dice también Un Curso de Milagros: “Dar es lo mismo que recibir”.

Así, la necesidad y alegría que sentí de compartir ese día aquel texto con mi primo, sin razón aparente, fue la señal del Universo para que no hubiera forma de negarme a participar en la cocreación con el abuelo.

“Cuando la fuente nos manda la inspiración, no hay forma de que dudemos en actuar. “

Y así me sucedió en ese momento.

Yo, al igual que todos los que participamos en este hermoso evento, sin saber nuestro propósito en ese proceso, disfrutamos de la parte que nos correspondió.  Por lo visto todos estuvimos alineados en nuestra participación, y obtuvimos el premio de la satisfacción al realizar nuestra parte, aún y sin saber que así era.

Para mí fue increíble, no el simple hecho de haber participado, sino la magnífica y extraña oportunidad de enterarme del proceso de cocreación de principio a fin.

Todo el tiempo estamos participando en las manifestaciones de otras personas sin darnos cuenta de ello.     Todo el tiempo, cada pequeña acción que nos sentimos inspirados a realizar puede ser una pieza que el Universo mueve a través de nosotros para que alguien, ya sea nosotros mismos o alguien más, obtenga su manifestación.

Esto me recuerda el efecto mariposa, que se explica más o menos así: “el aleteo de una mariposa en un lado del mundo puede tener como consecuencia final, por todos los eventos que se desencadenan a partir de ese aleteo, un tornado del otro lado del mundo.”

La mayoría de nosotros probablemente nunca nos enteremos del impacto que nuestras acciones tendrán en la vida de otras personas. Pero, por lo menos podemos suponer que cualquier acción inspirada que realicemos, tendrá un efecto en el Universo de acuerdo al balance y equilibrio del mismo a partir de los efectos de la Ley de Atracción.

El mayor bien que le podemos hacer al planeta y al resto de la humanidad consiste en conseguir nuestra propia alineación, pues es en ella que recibimos los pensamientos de Dios, en forma de inspiración, para realizar acciones, de las cuales podemos o no comprender el efecto que producirá en beneficio de los demás.  En ese momento nos convertimos en los brazos, piernas, manos y mensajeros de Dios en la Tierra, sin que quizás nunca nos enteremos.  Pero, tendremos una pista pues al sentir esa inspiración y actuar nos llenaremos de una gran satisfacción y felicidad que sólo puede provenir de nuestra fuente.

….

Espero que este testimonio te haya gustado.  Y no olvides poner aquí abajo tus comentarios y un saludo, para saber que hay más gente allá afuera con la que sigo cocreando en este camino tan sorprendente de La Ley de Atracción.

Felices manifestaciones

El Aprendiz de LOA

Otros testimonios:

• Dios me mandó su ubicación a mi GPS
• Si dos personas se ponen de acuerdo al pedir
• Introducción y pasos de la Ley de Atracción